Este es un espacio en el que se debaten ideas en un lugar peculiar... mi mente. Y les informo que el título de cada entrada no es el tópico del texto, sino la idea con la que inicio.

sábado, 23 de mayo de 2015

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¿Por qué? ¿Por qué tenía que pasar eso? ¿Era el destino? ¿Era predestinación? ¿Es que siempre tendrá que pasar?
No lo entiendo. Yo realmente tenía puesto mi corazón en ella.
Lo peor es que no es la primera vez que me pasa. ¿Por qué mi corazón es tan débil, o tan fácil de engañar? No fue sólo una ilusión. Fue real. Lo sentí.
Todo iba tan bien. Realmente creí que tendría una oportunidad. No se en qué momento, pero me enamoré de ella.
Es tan linda. Tan delicada. Tan amable. Tan tierna y adorable... ¿Por qué tienen que ser así?
Yo no elegí quererla tanto. Yo no elegí enamorarme. Ella me enamoró.
Yo nunca pensé querer pasar más tiempo con ella. Yo nunca imaginé esperar a quedarnos solos para contar lo que no puedo contar en otro momento. Para decirle las tantas cosas que puedo llegar a sentir en un segundo a su lado. Yo nunca creí querer abrazarla más, reír con ella más, acariciarla más y estar siempre con ella, hasta la eternidad... No, yo no fui.
Fue su culpa. O fue la mía. O de los dos.
No sé qué pueda pasar conmigo, pero me he ilusionado con tal facilidad. He contado que no es la primera vez, y aquella sucedió lo mismo. ¡¡Es sólo amistad, Joder!! ¡¡Que ella sólo está siendo amable!! ¡¡Así es con todos!!
No se si sea su manera de mostrar compasión. O pena. O simplemente de querer a un amigo. Pero yo caí rendido. Caí como mariposa a su trampa: Ciego, con náuseas y sin poder volar para escapar.
Lo peor es que quiero creer que hay otra oportunidad... ¡¡Pero no!! ¡¡Entiende, no hay!!
Si he llegado a sentir algo, fue porque quise sentir algo. Porque estar con ella me provocaba algo. Pero nada más.
Nunca hubo amor. No existió. Amar es de dos y ella nunca me amó. Simplemente la quise con toda mi alma. Simplemente imaginaba y fantaseaba con nuestra vida juntos. Simplemente adoraba cada aspecto de ella, la admiraba y moría con su sonrisa. Simplemente miraba sus mejillas hermosas todo el tiempo. Simplemente pasaba todas las noches, desde hace dos meses enteros, sin poder pensar en otra cosa que no sea besarla... Sólo eso.
Quiero aprender a dejar de enamorarme a la ligera. Porque sólo le trae problemas a ellas, y me trae problemas a mí. Quiero dejar de pensar en que le puedo gustar a una chica, sin siquiera poder mantener una conversación con ella. Quiero dejar de creer que tengo una oportunidad, sólo porque me tomó de la mano, porque estrechó mi brazo o porque me dijo con una sonrisa que me odiaba, y nos acercábamos en secreto. Sólo por confesarnos secretos en largas noches hasta la madrugada y porque nuestras caras casi siempre estuvieran a pocos centímetros. Porque al parecer, eso no significa nada.
¿Qué es el amor? ¿Alguien me lo dice?
Estoy muy confundido. Quiero seguir sintiendo esto, pero ella me ha hecho sentir lo contrario. Y lo contrario a lo anterior. Me hace creer que puedo besarla, y que no lo rechazará. Me hace creer que lo que decimos realmente es especial. Pero también me hace creer que no se interesa en mí. Que hay conversaciones más interesantes. Y que para ella ni puedo hacer nada bien.
¿Pero qué? ¿Ese cariño qué significa? ¿Por qué pienso que juega conmigo? Me voy a volver loco...
En mi mente, aún se susurra su nombre. Pero ahora esos susurros vienen acompañados de un dolor profundo en el corazón, y una incertidumbre mortal en mi mente. Voy a morir. Voy a morir de amor, por una chica. Y todo eso, sin que nadie se de cuenta.
En silencio, batalla mi corazón. Sujeta muy fuerte la espada, y cierra los ojos, para lanzarse a la inevitable conclusión: Debo intentar más. Quizá aún no la he enamorado lo suficiente. O espera que la pretenda un poco más. Pero mientras mi corazón golpea a una inanimada pared, mis sentimientos corren asustados. Lloran. Gritan. Patalean. Algunos caen al viejo baúl de donde salen, para dormir una siesta duradera. Otros suben a lo alto de la montaña, y conversan con mi mente, quien les dice que lógicamente... No hay solución. Si yo le gustara a ella y ella me gusta a mí, ¡Pues sería notorio! Ella no me evadería, ni me ignoraría, ni me dejaría de hablar. Pero también le gustaría hablar conmigo, que sí pasa. También se acercaría a mí, y sí pasa. También me abrazaría con tanta fuerza y me dedicaría una mirada traviesa pero romántica... ¡Y sí pasa!
¿Qué sucede entonces? ¿Qué es lo que está pasando? ¿Qué más quieres de mí? No quiero volver a llorar. No quiero sufrir más. Si eso es el amor, quiero ahogarme de él, no beberlo de gota en gota. Y si eso no es amor, y es sólo una estupidez, ya no lo quiero sentir. Quisiera desecharlo lo más pronto posible. Tirarlo a la basura. Quemarlo. Escupirle. Y luego sepultarle en el lugar más profundo del universo. 
Pero no puedo.
La amo.
Perdón.

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